viernes, 30 de noviembre de 2012

La escuela ¿es para todos?

Quería dedicar una entrada a un tema que, últimamente, con todo esto de la lectura de "Mal de escuela" y lo comentado en clase, me ronda la cabeza. La educación escolar tal y como la conocemos ¿es para todos? Cada persona es un mundo, cada uno destaca más en un tipo de actividad o habilidad concreta. Hay quien es bueno para memorizar y hay quien lo es para crear, hay a quien le gusta escribir y hay quien prefiere sumar y restar. Hay gente de letras y otra gente de ciencias. Hay gente exclusiva para el deporte y nula para la literatura, gente que adora la historia y otros a quienes lo que les apasiona es la filosofía. Hay a quien le gusta pintar y hay a quien le gusta componer música. Hay millones de personas y cada una tan única e incomparable que, probablemente, crear un sistema educativo que pueda acoplarse a todas y cada una de ellas sea imposible.

Revisemos ahora la escuela actual, cojamos el último curso de formación obligatoria, conocido en España como 4º de la E.S.O (Educación Secundaria Obligatoria). Veamos aquello que se estudia: inglés, lengua, matemáticas, ética, historia, biología, física y química, música, ciencias sociales, educación física... Todo asignaturas orientadas a un tipo de persona, a la persona común, al adolescente corriente, que escucha y repite, que asiente a aquello que el profesor dice, que no cuestiona, a un alumno que se ha creado a lo largo de los años. Pero ¿qué es de esos alumnos que resisten, que mantienen sus inquietudes, que no se conforman con lo que el profesor dice, que ni siquiera les interesa? La escuela no está orientada a esos alumnos creativos, a futuros pintores, novelistas, músicos. ¡Qué va! Esos quedan relegados a un segundo plano, se les toma por locos. Quizás ellos sean los cuerdos en un mundo de locos.

La escuela no está orientada hacia todo el mundo. Hay quien no tiene la habilidad de memorizar datos, o no encuentra el motivo de aprender aquello que los profesores quieren transmitir. Hay quien encuentra su refugio en la música, hay quien encuentra su lugar entre novelas, hay a quien le basta con unos lienzos y pintura, hay verdaderos éxitos deportivos. A esta gente la escuela no les aporta nada, más que un lugar al que acudir con gente de su misma edad a hacer lo mismo que ellos en el mismo horario y con las mismas normas. Quizás la escuela sea más una forma de liberar a los padres y madres del mundo para que puedan ir a trabajar. Ya no se enseña a cada uno lo que les conviene saber, se cortan las alas de la creatividad y la expresión, nos alejamos de la realidad de cada persona para intentar aportarles a todos una realidad común y, en realidad, inexistente. Se habla mucho de educación, progreso, democracia, libertad, un mundo mejor... Pero nada de eso pasa en el aula.

Respondiendo a la pregunta título de esta entrada ¿es la escuela para todos? yo diría que no, todos debemos ir, pues así está legislado, pero no es para todos, sino para una mayoría. Lo único que se consigue con este sistema es enterrar talentos, reprimir energía, impedir el crecimiento de muchas personas. Olvidarnos de que cada uno somos diferente, que a cada uno nos concierne una realidad y que aprendemos y debemos aprender de manera diferente.

Recomiendo la visualización de esta película "La educación Prohibida" como refuerzo a lo comentado y como ayudante para conocer mejor el tema, desde un punto de vista más experto, y para poder tener una opinión más real y acercada. Como bien dice la propia película, se recomienda "A todos los niños y jóvenes que quieren crecer en libertad".



4 comentarios:

  1. Me sorprende leerte Sofía, hablas de un modo y con una idea de fondo que es difícil y agradable encontrar. Creo que es esencial la idea que tratas aquí. Cada persona del mundo es un ser único y especial, y ha de ser tratado como tal. No se puede pretender enseñar a todo el mundo las mismas cosas y de la misma manera. Como bien dices, cada uno destaca o se siente más cómodo en distintas facetas de la vida, y el objetivo de los educadores, extrapolable a la sociedad, es enseñar a cada cual a sacar lo mejor de sí mismo, potenciar sus virtudes y hacer que se sienta confiado y seguro de lo que hace.

    Discrepo contigo en la idea de que la escuela sea para una mayoría. Es lógico que así lo parezca, pero estoy seguro de que, si indagáramos en la personalidad de cada uno de los alumnos, descubriríamos que es fundamental tener en cuenta la individualidad de cada uno de ellos.

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    1. Entiendo tu discrepancia respecto a que la escuela es sólo para una mayoría Lucas, mi idea es que está así diseñada, para la mayoría. No obstante, debería poder ser para todos. Convirtiendo a cada uno en dueño de su aprendizaje. En realidad es un tema difícil de tratar y cuya solución no parece sencilla. Será por eso que todavía no se ha encontrado un plan de estudio que agrade a todos. Bueno, en realidad creo que no existe nada que agrade a todos.

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  2. Un texto brillante. Te invito a que veas mi reflexión sobre el vídeo de la educación anacrónica, ya que habla de muchas cosas de las que tú escribes aquí.

    Tienes mucha razón, la creatividad está enterrada bajo el suelo de las aulas. Estamos inmersos en una educación totalmente desfasada que no deja paso a la imaginación, sino a la continua memorización de datos que transcurrida una semana caerán en el olvido.

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    1. Completamente de acuerdo, tu reflexión muy en mi línea también. Supongo que todavía no han encontrado la forma de combinarlo todo para aportar una educación completa, que no corte las alas a ninguno de los alumnos, y que deje que cada uno, crezca en el campo en el que quieren crecer. Sin encarrilarlos a todos por el mismo sitio, convirtiéndolos en monos de repetición.

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